No se trata de rencor, ni de querer y no poder. Que no queremos cambiar nada y de nada nos serviría poder hacerlo. Simplemente se trata de leer estas palabras, y sobretodo de que alguien las lea. Porque en algún momento de tu vida, alguien te dejó marchar, y aunque haya llovido bastante desde entonces y sus huellas se hayan borrado por completo, de vez en cuando, recuerdas que un día alguien te dejó marchar. Y hoy, simplemente, quieres darle las gracias porque sin él y esos días grises hoy todo sería distinto. Por lo que, a quien nos dejó marchar, le doy las gracias por habernos construido.
Hubo días muy malos. No sé si los hubo para ti, me imagino que sí. Cuando algo se acaba, aunque una de las partes esté totalmente convencida, siempre duele. No porque tengamos alguna duda, ni porque lo deseemos, sino porque en algún momento, cuando todo comenzó, pensamos que el final no llegaría nunca. Y sin embargo, llegó, porque todo acaba de una manera u otra.
Pero también hubo días buenos, en los que comparas y te das cuenta de que tal vez es mejor así. Y que, probablemente, hubiera sido mejor así desde hace más tiempo del que queríamos creer. Que nos aferramos tanto a algo, o simplemente por rutina o comodidad, que olvidamos todo lo bueno que nos estamos perdiendo. Y resulta sorprendentemente, como una persona puede cambiar por su pareja, moldearse hasta perder su esencia y volverse blanco y negro, perder todo el color.
No te deseo nada malo, de hecho espero que encuentres el amor, y que esta vez no tenga punto final. Digamos que simplemente, las cosas no salen siempre, como queremos, que esa frase de ''no eres tú, soy yo''. Tiene más sentido de lo que queremos creer. ¿Que qué pasó? La vida, de nada sirve estar con alguien por pena o compromiso, simplemente es alargar lo inevitable. Has de saber que las cosas se pudieron hacer mejor, pero que tampoco es fácil. Que los hechos se van desencadenando un poco al azar y otro poco con la mala suerte.
No lo sé. No sé que pudimos haber sido, y ahora la verdad no me importa. Me importó en su momento y esa idea rondó por mi cabeza hasta que mi imagen de ti se difuminó y se perdió entre mis remendos, porque si algo tengo claro es que siempre permanecerás ahí, en alguna parte de mi memoria como alguien especial. Que si nos encontramos no quiero que actuemos como desconocidos, porque si algo duele realmente es fingir que algún día no fuiste importante para mí.
Pero alguien ocupó tu lugar, no tiene por que ser una pareja, tal vez fue una amiga, amigo, hobby, familiar... Y obviamente alguien ocupó el mío. Y así es como ha de ser, no quiero hacer más huecos vacíos en ningún corazón. Pero también tengo que decir que a quien me dejó marchar que es una decisión con la que tendrás que cargar el resto de tus días. Que puedo prometerte que jamás encontrarás alguien como yo, al igual que yo no encontraré a alguien como tú, porque todos somos únicos, inigualables, especiales desde la cabeza a los pies. Que nadie te volverá a mirar con los mismos ojos, ni te sonreirá de la misma manera, nadie volverá a hacerte reír del mismo modo, ni llorar. Y tal vez, en algún momento, cuando creas que me olvidaste, alguien pasará por tu lado con mi perfume y durante unos segundos volverás tiempo atrás. Y pensarás. Pensarás en mí. ¿Sabes qué creo? Que un día te despertarás con alguien a tu lado y te darás cuenta de que me echas de menos. Hay historias que nunca acaban, pero del mismo modo, hay otras que nunca llegaron a empezar. Te deseo lo mejor a ti y a quien te dejó marchar, por hacernos libres.